TEL AVIV/NUEVA YORK.- Estados Unidos está cada vez más preocupado por un posible ataque sorpresa de Israel contra Irán, al punto que el presidente, Barack Obama, el secretario de Defensa, Leon Panetta, y otros altos cargos del Gobierno han desaconsejado con insistencia a Jerusalén por las consecuencias que tendría, informó ayer el diario Wall Street Journal.

Por el contrario, Washington aboga por dar tiempo para que surjan efecto las sanciones económicas contra el petróleo iraní. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que la cúpula de Teherán se "tambalea" por la presión internacional.

El objetivo de la acción armada sería el programa nuclear iraní. Israel se considera en peligro por las posibles bombas atómicas de Teherán, y desde hace meses se debaten los pros y los contra de una intervención militar. (DPA)